¿Será que cualquiera sabe hacer una mudanza?
La respuesta de gratitud y satisfacción al servicio de mudanzas de hogar y oficina que presta MYBOX a sido extraordinario, nos alegra y nos hace sentir muy orgullosos de pertenecer a esta compañía, al recibir cada día los mensajes de agradecimiento recibidos de nuestros clientes vía email, WhatsApp, llamadas, opiniones en Google, etc.
La calidad nunca es un accidente. Siempre es resultado de un esfuerzo inteligente (John Ruskin)
Esfuerzo que requiere disciplina, planificación y mucho de pequeños errores cuestionados.
En nuestros 12 años de apertura, nos ha guiado la perseverancia, el mejoramiento continuo de nuestras falencias, al punto que sabemos con claridad lo que podemos ofrecer, la tranquilidad y rapidez con que afrontamos los retos diarios, hacen de nuestra gestión; el fruto del trabajo bien hecho.
El juego tiene sus altibajos, pero nunca se puede perder el foco de las metas individuales y no se puede dejar vencer por falta de esfuerzo (Michael Jordan)
Que las dificultades no te detengan.
No ha sido un camino fácil, todo lo contrario, encontrar el personal correcto es el mayor reto, personal que le guste su trabajo, ya que esta labor a lo largo de los años se catalogaba de baja condición al no tener un grado de compromiso y profesionalismo comprometido, puesto que por costumbre y tradición el llamado trasteo siempre se hacía de manera directa al menor postor.
Ahora todo ha cambiado, el cliente sabe realmente el tipo de servicio que necesita y por el tiempo, disponibilidad, habilidad, rapidez, seguridad y demás factores posibles, elige contratar a una empresa profesional de mudanzas. Esperando que su inversión sea correspondida con la misma disposición de servicio deseado.
¿Y a fin de cuentas una mudanza que tan difícil puede ser?
La solicitud de servicio de mudanzas profesionales en Colombia va en aumento, lo que nos permite afrontarlo con total tranquilidad y entusiasmo.
Pero lo que el cliente debe tener siempre en cuenta es; que una mudanza es una labor de alto riesgo, pero se minimiza con la experiencia, donde intervienen factores, desde la serenidad del cliente, el proceso de alistamiento y embalaje, a las manos virtuosas del operario de carga, a la habilidad del operario del camión para acomodar, el traslado de un lugar a otro en medio de un vehículo motorizado sorteando los caminos, el tráfico, etc. y de nuevo la des acomodación dentro del vehículo o «desarrume» a las manos del operario de carga otra vez y finalmente la respectiva ubicación en el lugar de destino.
Una mudanza regular puede variar entre 80 a 140 unidades carga, se dice unidad de carga a cada objeto o mobiliario que se traslada de un sitio a otro.
De manera que son de 80 a 140 veces necesario ir y volver de la casa u apartamento al camión y en el momento de la descarga es igual, sería entonces de 160 a 280 movimientos que se realizan para que todo esté en su destino, el margen de error o de accidente son muy altos, ya que cada cosa o artículo tiene su propia resistencia, tamaño, dificultad de acceso, volumen etc.
Además de contar con lo más importante, la calidad del personal, carisma y atención a los detalles. Un camión es como un destornillador, es solo una herramienta, el verdadero trabajo lo hacen las personas que se esmeran por cumplir su labor.
No suena tan fácil de lo que parece, verdad?. Hasta se podría pensar; Por eso no todas las empresas que hacen mudanzas son iguales. Como decía nuestro amigo mexicano, Allí está el detalle, joven.
Entonces, teniendo esto presente, se supone de manera equivocada creer que el valor de una mudanza dentro del perímetro urbano lo define netamente la distancia, cierto? … ¿El dicho más frecuente es, pero es súper cerca¡, ¡porque cuesta igual que en otra dirección más retirada?
La respuesta simple; el trabajo que se ejecuta es el mismo, no importa si es a dos cuadras o a cincuenta, siempre es necesario ejecutar la misma actividad, una vez que el camión está lleno no es problema manejar 5 minutos o 45 a su destino.
O también pensar que el valor de una mudanza es únicamente por la cantidad del inventario. Saber que no es lo mismo llevar 100 peluches a 100 cajas de libros.
